Ya tenemos nuestro bebé en casa. Creíamos que ya lo teníamos todo hecho, pero ahora es cuando empieza una nueva vida para todos. Aprender a cuidarnos en nuestro nuevo rol de mamá y aprender a cuidar del bebé lleva su tiempo. Todos tenemos que asimilar nuevos papeles, nuevas responsabilidades, nuevos tiempos y nuevos espacios; y los cuidados de mamá para afrontar todo ello.

Nuestro bebé es el centro de atención de todos. Pero, de nosotras, ¿ Quién cuida? Nuestra pareja, la/el familiar o familiares de confianza y nosotras mismas. ¿ Pero, cómo? Dejándonos tiempo para reposar y cuidarnos mientras ellos atienden los compromisos domésticos y nuestras demandas, como cuando teníamos antojos durante la gestación.

Reposo

Después del parto la principal deuda con nosotras mismas es reposar, el agotamiento se acumula por horarios de tomas, noches en duerme-vela, dudas, pruebas de ensayo-error para las tomas del bebé o para calmar su llanto, los gases,  y cosas nuevas que tener en cuenta.

Paseos

Ahora bien, vernos guapas es tan importante como vernos resolutivas y el ejercicio físico, que podemos ir introduciéndolo poco a poco incrementa los niveles de energía y ayuda a combatir la fatiga física y emocional. Podemos empezar instaurando la rutina de dar un paseo diario.

Autocuidado

Las conductas de auto-cuidado desde el maquillaje hasta los masajes, de tener tiempo para cuidar y nutrir nuestra piel son gestos que nos ayudan a combatir la inestabilidad emocional propia de las hormonas, que en esta etapa nos producen tristeza,  ganas de llorar y sensación de que no vamos a ser capaces de afrontar la maternidad.

Higiene Corporal

Nuestro momento de higiene personal nos hace seguir teniendo conciencia de nuestro cuerpo y lo importante que es para nosotras, por eso lo cuidamos y respetamos con unas sencillas rutinas de limpieza de la zona vaginal. La episiotomía o puntos de cesárea merecen especial atención. El jabón lagarto de toda la vida, por poco estético que parezca, es una de las mejores opciones para utilizar en nuestras hábitos higiénicos diarios para esta zona.

Cuidados de Mamá en Forma de Ejercicios

Parece que no tenemos tiempo para nada ¿y ahora ejercicios para mamá?

Ya iremos encontrando el momento, las ganas y la energía, no nos preocupemos por eso. Pero pensemos en lo bonito que puede ser encontrar una rutina de ejercicios, a modo de juego, con nuestro recién nacido, y aprovechar para empezar a hacer actividad física que vaya tonificando nuestro cuerpo, compartiéndolo con  él.

Poco a poco, sin precipitaciones la recuperación física te va a permitir introducir pequeños estiramientos y ejercicios que mejoraran tu elasticidad y preservarán tu salud física y emocional.

Cuidados de Mamá: Ejercicios con bebé

Todo es importante para el establecimiento del vínculo materno-filial. Encontrar nuestro momento de actividad resulta gratificante. Eliminemos de nuestra rutina los miedos y busquemos el tiempo y el espacio. Tomemos nuestra cautela y disfrutemos jugando con nuestro bebé mientras hacemos de nuestra actividad física de recuperación posparto un momento agradable de observar el niño y sus reacciones, seguirlo con los ojos e interactuar con él contándole cosas o simplemente guiándonos los ejercicios que vamos haciendo mientras escucha nuestras verbalizaciones.

Cuidados de Mamá: Ejercicios personales

Los músculos y ligamentos del suelo pélvico mantienen en su posición correcta la vejiga, el útero y el recto. Después del embarazo y el parto la musculatura del suelo pélvico se debilita. Durante el embarazo, el aumento de peso lo cargamos sobre la parte baja del abdomen, y por otra parte la dilatación del parto para permitir la salida del bebé se soporta y afecta al tono muscular de la misma zona.

Ejercicios para Trabajar la Musculatura Pélvica después del Parto

Podemos reconocer y contraer los músculos perianales centrándonos en hacer el gesto de controlar la micción sin ganas de orinar. Cuando hacemos este ejercicio notamos como se contraen los músculos del ano y la vagina

La forma de trabajar los músculos del periné es con contracciones rápidas y lentas a través de los ejercicios de kegel:

  • Las contracciones rápidas supone subir los músculos del suelo pélvico de forma rápida y fuerte. Relajarlo completamente y volver a contraer.
  • Las contracciones lentas se realizan contrayéndolos poco a poco hasta llegar arriba. Mantener con fuerza durante unos diez segundos y bajar suavemente haste el estado de reposo de la musculatura.
  • Mantener una rutina para trabajar estos músculos en el día a día, relacionada con alguna actividad diaria, nos ayuda a realizar los ejercicios de manera encubierta sin coste de tiempo, preparación ni esfuerzo, y en diferentes posturas. Por ejemplo, cada vez que cogemos al bebé, cada vez que le damos el pecho en la cama, o cada vez que nos ponemos de cuclillas para coger algo en la parte baja del armario…

Trabajar los músculos pélvicos después del parto previene dificultades de incontinencia, prolapso (caída del útero y la vejiga) y/o dificultades sexuales.