Antes de tener a tu hijo nada había más bonito en el mundo que imaginar a tu bebé dormir en su cuna.  Nuestra imaginación juega con una imagen muy tierna de nuestro niño, y aunque tener un recién nacido en casa parece cosa de coser y cantar, la verdad es que llora y se despierta muy a menudo, normalmente por hambre o por sueño.

Estar con tu recién nacido al principio, sobre todo si eres primeriza, puede hacer que sientas algo de ansiedad porque lo único que deseas es hacerlo bien, pero no te preocupes porque lo natural por instinto es hacerlo bien. Además se aprende mucho durante las primeras semanas, pero aún lo iremos haciendo mejor según vayamos conociendo las necesidades del niño y como responder a ellas con todo nuestro cariño.

Una de las necesidades más importantes que va a tener nuestro bebé es la de dormir.

Horas de Sueño

¿Sabes cuántas horas de sueño perdemos los adultos durante el primer año de vida de nuestro hijo? Entre 400 y 700 horas según el Instituto Europeo de Calidad del Sueño. Son muchas horas de descanso frustrado, sobretodo si lo comparamos con lo que dormíamos antes de tener un recién nacido en casa. Con el tiempo el número de horas de descanso del recién nacido y las nuestras aumentarán si somos capaces de establecer una rutina, pero sin prisas, más adelante.

Una de las preguntas más reiteradas es sobre las horas que deberían que dormir los recién nacidos. Tenemos que tener en cuenta que cada niño es diferente y tanto las horas de sueño como el tiempo de mantenerse despierto varía de un bebé a otro. Si tenemos que establecer una norma, podemos afirmar que nuestro recién nacido va a dormir entre 1:30 y 3 horas seguidas los primeros meses de vida porque va a necesitar ser alimentado más frecuentemente.

Día y Noche en el Recién Nacido

Sintonizar los ritmos circadianos implica que comience a relacionar la oscuridad de la noche con tiempo de poca actividad y la luz del día con tiempo de actividad. Para ello es aconsejable abrir las cortinas por las mañanas y no dar mucha importancia a los ruidos cotidianos. De igual forma una vez comience a anochecer, las luces de la casa deberían atenuarse, hablar en un tono más tranquilo y bajo y dejar de interactuar con ellos, salvo por alimentación, para evitar la sobrexcitación.

El proceso del sueño del recién nacido cambiará gradualmente, hasta que finalmente se establezca una rutina de sueño constante y predecible. Esta rutina puede incluir un baño relajado y/o un suave masaje con música relajante a muy bajo volumen y un beso de buenas noches, antes de salir de la habitación.

Si es necesario, se puede mantener una luz muy suave en la habitación. Todo esto ayudará al bebé a aprender un hábito de sueño ordenará espacios y tiempos de actividad y de inactividad.

En resumen, sobre el sueño del recién nacido podemos destacar lo siguiente:

  • Es importante establecer una rutina para mejorar el descanso tanto del bebé como de los padres.
  • El sueño del recién nacido cambiará gradualmente hasta establecer una rutina predecible, que incluya un baño relajante y un ambiente tranquilo antes de dormir.